NO AL TRASLADO DE LA PRISIONERA ELENA YPARRAGUIRRE REVOREDO A UN PENAL SIMILAR AL DE LA BASE NAVAL DEL CALLAO


NO AL NUEVO AISLAMIENTO ABSOLUTO
POR DENUNCIAR EL ASESINATO DE SU ESPOSO EL DR. ABIMAEL GUZMÁN REYNOSO


Está probado que el confinamiento indefinido y en solitario es tortura permanente y conduce a la muerte del prisionero, significa quitarle la vida sin ley, eso es ¡asesinato!

Los comunistas, el proletariado consciente y las masas del Perú y el mundo se conmocionaban el 11 de setiembre del pasado año con la trágica noticia del deceso del Dr. Abimael Guzmán Reynoso, 29 años preso en un penal militar dentro de la Base de la Marina de Guerra del Perú, en condiciones de tortura, con un régimen inalterable de aislamiento absoluto, perpetuo. Y fue su esposa la también prisionera política profesora Elena quien superando su inconmensurable dolor hizo la denuncia pública del asesinato que se consumaba, del plan de desaparición de sus restos y claramente identificó a los responsables procesando las múltiples ocasiones en que a él le negaron el cambio de régimen penitenciario, la atención médica necesaria, la visita familiar, etc. más aún con la información que ya venía publicándose en medios como el diario Expreso y el semanario Hildebrandt en sus trece.

Cada frase pronunciada resumía dolorosamente el conjunto de arbitrariedades aplicadas de parte del Estado, de sus fuerzas armadas y policiales contra una persona inerme, privada en absoluto de defenderse. Y para mayor ensañamiento, por haber expresado su dolor y justa denuncia la sancionaron: fue trasladada a un penal de máxima seguridad, aislada para que no viera cómo consumaban siniestros planes.

Y tal como ella lo denunció, lo hicieron:

Le negaron siquiera verificar los restos de su amado esposo.

No le entregaron los restos a ella ni a quien apoderó.

Contrariamente, promulgaron la ley 31352, monstruosa ley de secuestro, cremación y desaparición de restos de los prisioneros políticos impulsada por un sector recalcitrante del Congreso en dupla con la policía política y apoyada por la prensa consorciada, que presionaron al Ejecutivo hasta hacerlo sucumbir, y de manera ilegal la aplicaron retroactivamente contra los restos del Dr. Abimael Guzmán.

Esos son hechos reales, concretos, irrefutables. No se trata de una persona que “muere” en prisión, es la consecuencia de un plan tramado para asesinarla.

Ése es el objetivo ahora de pretender trasladar a la prisionera Elena Yparraguirre al nuevo penal especial dentro del Penal de Máxima Seguridad Ancón I, construido para colocar ahí a los prisioneros que están en el penal militar de la Base Naval del Callao hace décadas. Es para excluirlos del derecho a progresionar en el tratamiento penitenciario.

Es decir que, violando la constitución y la ley seguirán negándoles todos sus derechos; y a ella en concreto, luego de estar clasificada en el régimen penitenciario de mínima seguridad, quieren trasladarla a un recinto “especial” con aislamiento absoluto y perpetuo, confinarla en solitario, torturarla sin límite como hicieron con su esposo.

Nuevo suceso de ensañamiento que rechazamos, lo denunciamos ante la opinión pública y junto a nuestro pueblo salimos en defensa de nuestra compañera, nuestra querida profesora Elena. Respaldamos y apoyamos el hábeas corpus correctivo que ha presentado y demandamos al Poder Judicial que actúe con independencia, ajustado a derecho y no sentencie a pedido de la ultraderecha y elementos recalcitrantes que buscan golpear ejemplarizadoramente, como escarmiento, golpe tras golpe contra los prisioneros políticos para que el pueblo no proteste, y así encubrir que de fondo en esta coyuntura están en fuerte contienda por quién se apropia de las jugosas ganancias del ciclo de precios altos de los minerales.

¡Abajo la política de ensañamiento, odio y venganza contra los prisioneros políticos!

¡En resguardo de su salud y vida: No al traslado de la prisionera Elena Yparraguirre Revoredo!


FEBRERO DEL 2022 
COMITÉ NACIONAL DE PRISIONEROS POLÍTICOS Y DE GUERRA DEL PERÚ


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