¡La pandemia del COVID es un crimen contra el pueblo! ¡DIRCOTE y juez: culpables de contagios en calabozos policiales!



PRONUNCIAMIENTO

¡LA PANDEMIA DEL COVID ES UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD CONTRA EL PUEBLO PERUANO!

¡DIRCOTE Y JUEZ: CULPABLES DE CONTAGIOS EN LOS CALABOZOS POLICIALES!

¡LIBERTAD A LOS 77 PRESOS POLÍTICOS DE LA OPERACIÓN OLIMPO!


A casi un año del inicio de la pandemia en el país ha habido, según cifras oficiales, más de 1’170,000 contagiados y 42,000 fallecidos en medio de una crisis general de la sociedad peruana. Como dice el jurista argentino Zaffaroni: “Nos encontramos ante una nueva forma de crímenes de lesa humanidad”. Eso es lo que estamos viendo en el Perú al producirse esta segunda ola de la pandemia, que ya está superando a la primera, con camas UCI de nuevo colapsadas, otra vez sin oxígeno, escasez de trabajadores de la salud, fracaso de la educación a distancia, vacunas pagadas que aún no llegan y más negociados para traer otras, despiadado confinamiento, toque de queda, hambre, enfermedad y muerte. Y eso es lo que aplica el Estado peruano a través del juez Martínez para enfermar y matar a los presos políticos de la operación Olimpo. Ese siniestro plan lo desenmascaramos y acusamos al general Arriola y al juez Martínez de ser los implementadores directos de esa política criminal.

General Arriola y el juez Martínez responsables directos de enfermar y condenar a muerte a presos del operativo Olimpo

Keiko y Susana fueron liberadas por posible contagio pese a muy graves acusaciones de corrupción. Vizcarra fue vacado con el mismo motivo, pero está libre por presunción de inocencia. Merino, investigado por la muerte de dos jóvenes, está libre y haciendo de las suyas en el parlamento. En cambio, para los 77 de Olimpo no existe la presunción de inocencia ni la libertad por posibilidad de contagio (incluso ya están contagiados), pese a no haber cometido ningún delito pues pensar diferente no está penado. ¿Qué democracia es esta, ancha para los de arriba y nula para los de abajo?

200 años de república (semifeudal, semicolonial y de capitalismo burocrático, primero, y capitalista, dependiente del imperialismo y con rezagos feudales, después) muestran que este Estado es democracia solo para los explotadores y opresores, y es dictadura contra el pueblo. Por tanto ¿qué deriva de este Bicentenario? Que hay que acabar con el capitalismo explotador y opresor, que hay que cambiar el actual modo de producción y remplazarlo por uno nuevo que no puede ser sino el socialismo como plantea y lleva adelante la vanguardia del proletariado.

Las grandes luchas y conquistas de los años 20 y 60 del siglo pasado, la lucha armada del año 65 y los años 80, los 30 años de combate contra el neoliberalismo enseñan que el pueblo nunca ha dejado de luchar; de sus fracasos ha sacado lecciones y nuevas luchas sin cesar, avanzando en el camino de su real emancipación que solo puede lograrse con la dirección del proletariado dotado de su ideología científica, el marxismo-leninismo-maoísmo y su aplicación creadora, el pensamiento gonzalo en el Perú. Eso es lo que espanta a los ricos y poderosos y a sus defensores como el general Arriola que afirma que con esa ideología no se puede llegar al bicentenario. He allí la declaración pública de la persecución política y por ideas que existe en nuestro país.

No es extraño por eso que el juez Martínez, aplicador fiel de la política estatal, decida enviar a todos los detenidos a prisión preventiva o que, en el “mejor” de los casos, disponga arrestos domiciliarios incluso peores que la prisión preventiva: con cauciones de miles de soles, inhabilitación, aislamiento, casas seguras que cumplan con ser domicilios prisión. Así resulta que ahora ¡hay que pagar para vivir más aislado que en una cárcel y cubrir los gastos estatales de alimentación! Lo rechazamos completamente.

Ante la gravedad de la pandemia, la incapacidad del gobierno y abandono de la salud del pueblo, Sagasti anunció un nuevo despiadado confinamiento y un bono de 600 soles solo para la población vulnerable que se empezará a pagar a partir del 17 de febrero ¡después que terminen las dos semanas de confinamiento! Y si se incumple la cuarentena ¡multa a la población hambrienta! Condenamos estas bárbaras acciones del Estado peruano, demandamos un bono universal por persona para la población afectada, exigimos la inmediata atención en salud con ampliación de camas UCI, producción del oxígeno necesario, contratación de más personal sanitario, vacunación inmediata y segura así como la eliminación de las crueles multas por salir a trabajar por hambre o a protestar por derechos.

Villa El Salvador en búsqueda de oxígeno gntr_rave.
 
En esta situación están programadas las elecciones generales. ¿Qué confianza puede haber en ellas de parte del pueblo que sufre la opresión y explotación capitalista hace décadas y con 200 años de República sin nada que celebrar? ¿Qué elecciones democráticas van a haber si su democracia burguesa se encuentra en crisis? ¿Qué se puede esperar con presos políticos por pensar diferente, con prohibición del MOVADEF y FUDEPP y en medio de un inhumano confinamiento? A nivel nacional debería debatirse sobre la crisis y descomposición del Estado peruano, el Bicentenario y su perspectiva, la cuestión de Asamblea Constituyente y nueva Constitución, la criminalización de la lucha popular, la reconciliación nacional, el fracaso del neoliberalismo y muchos problemas más. Pero con persecución política y pandemia galopante esto es inviable.

La democracia burguesa, sus tres poderes han perdido legitimidad y autonomía, están alejados de los intereses del pueblo y de la nación peruana, marchan cada vez más cercanos a una dictadura abierta y a configurarse como un Estado policiaco. Los partiduchos burgueses, que se alquilan al mejor postor, tienen en sus filas personajes que ven ya no solo los intereses de su clase o de su grupo sino prioritariamente sus intereses personales como son, entre otros, los casos del general Urresti, José Luna y César Acuña.

Solo el Partido Comunista del Perú, ayer y hoy, ha desnudado al Estado peruano en su esencia de sistema de clases explotadoras que aplican una dictadura de clase contra el pueblo. Mientras los grupúsculos que se dicen partidos no han aportado nada a la sociedad peruana, en cambio, los comunistas han dado la vida por transformar la sociedad. Quienes no tienen sentido histórico de la realidad peruana, niegan lo que es el PCP reduciéndolo a “terrorismo” y “nunca más”. El PCP es parte de la historia combatiente de nuestro pueblo y nosotros los prisioneros de guerra, protagonistas vivos de esa historia, defendemos lo hecho y mantenemos en alto sus banderas.

Todo esto se presenta en medio de una crisis económica, política y moral de la sociedad luego de 30 años de fracasado neoliberalismo claramente mostrada en los seis presidentes últimos presos, perseguidos y vacados, a lo que se suma una persecución política macartista e inquisitorial contra quienes cuestionan el orden capitalista.

“Perseo” y “Olimpo” han sido los nombres mitológicos de las operaciones policiales del 2014 y 2020 para acallar la voz y apresar a más de 100 consecuentes luchadores por los derechos del pueblo que no cometieron delito alguno. ¿Cuáles han sido sus demandas? Derecho a participar en la vida política del país; aumentos de salarios y mejores condiciones de vida para el pueblo; amnistía para los presos políticos; nueva Constitución a través de Asamblea Constituyente; enfrentar la pandemia con alimentos, bono universal, medidas preventivas, equipamiento sanitario; real libertad de opinión, propaganda, organización, participación política; y otros pedidos legales y justos. Y como su débil “Perseo” se vino abajo, la reacción organizó “Olimpo” para continuar y profundizar la persecución en plena descomposición política del Estado peruano.

Para los presos políticos del PCP, los dioses modernos son las masas populares. Nuestros perseos son los indoblegables luchadores que, más temprano que tarde, cortarán la cabeza de la medusa capitalista, convertirán en piedra a los arriolas, martínez y sus amos y junto al pueblo construirán la nueva morada de los dioses, el Olimpo socialista en nuestra patria.

La campaña por la libertad de los 77 está removiendo la opinión pública. Recordemos que hasta la revista Caretas afirmó que “no hay pruebas contundentes que involucren a los detenidos en actos terroristas, a menos que la libertad de opinión sea un delito”; y que el papa Francisco ha condenado el uso arbitrario de la prisión preventiva. La repudiada operación Olimpo les está cayendo sobre la cabeza a quienes la impulsaron y está prestigiando a los luchadores sociales. El mote de “terrorista” les ha revertido a los reaccionarios. Qué más terrorista que el gobierno y su policía cuando dispara a mansalva y asesina al pueblo desarmado, cuando te asfixian hasta la muerte por falta de oxígeno, cuando obligan a morir en casa por falta de camas en hospital, cuando apresan por pensar diferente, cuando contagian adrede en los calabozos policiales, cuando imponen toque de queda y multa por salir a trabajar.

Los contagiados por Covid deben ser liberados de inmediato, los adultos mayores y personas vulnerables deben volver a sus casas, los abogados de las causas populares a la calle, los jóvenes estudiantes de vuelta a las aulas. Ni prisión preventiva ni arresto domiciliario, los 77 deben ser liberados. La solidaridad nacional y mundial contra la persecución política y por ideas en el Perú sigue creciendo y crecerá más porque es una causa justa. Solo la presión popular nacional e internacional arrancará de la cárcel a los mejores hijos del pueblo. La destacada resistencia y lucha de los familiares prueba una vez más la valentía y la heroicidad de nuestro pueblo.



Desde México

Frente al Tribunal de Justicia de Santiago de Chile


¡A SEGUIR PELEANDO COMO LEONES POR LA LIBERTAD DE LOS 77!

¡VIVA LA LUCHA DE LOS FAMILIARES CORAJE!

¡ABAJO LA PERSECUCIÓN POLÍTICA
Y EL CRIMEN DE LA PANDEMIA EN EL PERÚ!

¡ABAJO EL CAPITALISMO! 
 ¡RUMBO HACIA EL SOCIALISMO!



Febrero de 2021 
Comité Nacional de Prisioneros Políticos y de Guerra del Perú



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