Documento presentado por la profesora Elena Yparraguirre de Guzmán, prisionera en el Establecimiento Penitenciario Virgen de Fátima – Chorrillos
En primer lugar es impostergable que se les permita encontrarse con el Dr. Abimael Guzmán Reinoso, su esposo y para nosotros el querido y respetado presidente Gonzalo, a quien el Estado peruano le niega sus derechos aplicándole el derecho penal del enemigo en una realidad de la actual sociedad peruana que no lo justifica. Son ya 28 años que lo confinan y torturan buscando su aniquilamiento, tanto así que en esta emergencia sanitaria no han procurado ninguna medida específica para atenuar sus enfermedades precedentes así como las producidas por las condiciones de larga carcelería, siendo él un adulto mayor. Por tanto es justo que se le permita ser atendido por un médico geriatra.
Son muchos años en que de manera consecuente demandamos una solución política mediante una amnistía general que lleve a una verdadera reconciliación nacional, pero pasa un gobernante tras otro y no hay voluntad política de siquiera debatir este tema de crucial importancia para la nación peruana ya muy próxima a sus 200 años de República. Y esto tiene directa consecuencia en el tratamiento al Dr. Guzmán Reinoso, pues indefinidamente se le mantiene en vulneración absoluta de sus derechos en una Base Militar, con una política de odio y venganza escarmentándole en solitario, impidiendo que ningún otro prisionero en solidaridad le apoye en sus necesidades.
Nuestra compañera hace pública su preocupación por cuán enfermo se encuentra y prohibido como está, de ser atendido cercanamente, hace también pública su disposición de ser trasladada al CEREC de la Base Naval, pues quién mejor que ella, su esposa, podría brindarle los cuidados que el Dr. Abimael Guzmán requiere con urgencia.
Nos reafirmamos en respaldar cada una de las peticiones formuladas en su solicitud.
Perú, 1 de octubre del 2020. CNPPGP
El CNPPGP cierra filas con la solicitud que nuestra querida compañera Elena Yparraguirre ha elevado a la Presidenta del INPE Dra. Susana Silva H. Respaldamos en su totalidad el contenido expuesto, y nos sumamos a cada una de las peticiones que detalla.
En primer lugar es impostergable que se les permita encontrarse con el Dr. Abimael Guzmán Reinoso, su esposo y para nosotros el querido y respetado presidente Gonzalo, a quien el Estado peruano le niega sus derechos aplicándole el derecho penal del enemigo en una realidad de la actual sociedad peruana que no lo justifica. Son ya 28 años que lo confinan y torturan buscando su aniquilamiento, tanto así que en esta emergencia sanitaria no han procurado ninguna medida específica para atenuar sus enfermedades precedentes así como las producidas por las condiciones de larga carcelería, siendo él un adulto mayor. Por tanto es justo que se le permita ser atendido por un médico geriatra.
Son muchos años en que de manera consecuente demandamos una solución política mediante una amnistía general que lleve a una verdadera reconciliación nacional, pero pasa un gobernante tras otro y no hay voluntad política de siquiera debatir este tema de crucial importancia para la nación peruana ya muy próxima a sus 200 años de República. Y esto tiene directa consecuencia en el tratamiento al Dr. Guzmán Reinoso, pues indefinidamente se le mantiene en vulneración absoluta de sus derechos en una Base Militar, con una política de odio y venganza escarmentándole en solitario, impidiendo que ningún otro prisionero en solidaridad le apoye en sus necesidades.
Nuestra compañera hace pública su preocupación por cuán enfermo se encuentra y prohibido como está, de ser atendido cercanamente, hace también pública su disposición de ser trasladada al CEREC de la Base Naval, pues quién mejor que ella, su esposa, podría brindarle los cuidados que el Dr. Abimael Guzmán requiere con urgencia.
Nos reafirmamos en respaldar cada una de las peticiones formuladas en su solicitud.
Perú, 1 de octubre del 2020. CNPPGP
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