¡DEFENDER LA SALUD Y VIDA DEL PUEBLO PERUANO!
La crisis general
de la sociedad peruana golpea violentamente la vida de las masas populares. El
hambre, la pobreza, la desocupación, las enfermedades y las diversas
calamidades del capitalismo se ensañan contra las masas trabajadoras. El
Covid-19 ha profundizado y develado más esta perversa crisis. Producto de la
pandemia han muerto en cuatro meses más de 40 mil peruanos, la inmensa mayoría
hijos del pueblo trabajador que con su sudor y su sangre han construido este
Perú bicentenario cuyas clases opresoras lo han robado, vendido, corrompido
para su propio beneficio y el de sus amos imperialistas.
No permitamos
calladamente que sigan muriendo por la pandemia actual cientos de pobres cada
día, que miles se infecten diariamente y queden malogrados en su salud debido a
la angurria y lucro de los que explotan y oprimen. Acusémosles de la
continuación del genocidio que hicieron los conquistadores españoles que
encontraron una población de 15 millones y 300 años después quedó solo un
millón de peruanos nativos. Enrostrémosles que son los mismos genocidas que
produjeron 15 mil desaparecidos y decenas de miles de asesinados en la guerra
interna del siglo pasado. Son los mismos que asesinan 15 mil niños menores de 5
años cada año por hambre y enfermedades. Son los que pretenden que los presos
políticos mueran sin atención médica. Tú Rodríguez Pastor, Brescia Cafferata,
Benavides de la Quintana, Romero. Tú Fujimori, Humala, Kuczynski, Vizcarra. Ustedes dueños de la tierra y el
capital de este país nuestro son los responsables de la crisis.
La propia ministra
Pilar Mazzetti ha reconocido hace unos días que los muertos por coronavirus
serían más de 40 mil, aunque en forma maquiavélica dice que “afortunadamente no
tenemos lo que se caracteriza como un rebrote”. El Perú está entre los que
encabezan los muertos por millón de habitantes en el mundo pero para esta
ministra somos “afortunados”. Para el efímero primer ministro Pedro Cateriano
la cuestión central es cómo reactivar la economía. Mientras el pueblo muere o
agoniza en los hospitales, los explotadores piensan cómo aumentar sus
ganancias. Parlamento y Ejecutivo disputan sobre el control de las
universidades, las clínicas y los millones de fondos para la reactivación. ¿Y
el dolor del pueblo? No lo miran, no lo escuchan, no lo sienten.
Las banderitas
blancas denunciando la hambruna de los que no tienen nada, el éxodo de masas
hacia el terruño para poder sobrevivir, los hospitales y las morgues
colapsados, los muertos aumentando en forma incontenible, la falta de médicos y
personal sanitario, de camas y oxígeno para el pueblo, las medicinas subidas
escandalosamente de precio por los monopolios, la falta de materiales de
protección para los sanitarios e incluso de mascarillas para las masas, todos
estos son hechos inocultables que afectan al pueblo. Agregar a esto que no hay
computadoras ni móviles para maestros y menos para estudiantes, que en zonas
del interior del país ni señal de radio tienen, lo que muestra que la educación
actual es un fracaso. ¿Y de quiénes son los muertos? De los pobres, esa es la
cruda realidad, son los muertos generados por este maldito sistema de
explotación capitalista.
Las medidas
estatales ¿a quiénes han servido principalmente? A las grandes empresas, no a
las pequeñas y menos al pueblo trabajador. Hasta fines de junio, el 65 % del
dinero de Reactiva Perú favoreció al 63 % de las grandes empresas mientras el
30 % de dicho dinero solo favoreció al 3, 9 % de las pequeñas empresas. Las
tasas de interés para los créditos son altísimas y ahogan a la micro y pequeña
empresa. La cuarentena sin garantizar la alimentación, educación y salud del
pueblo provocó hambre y desocupación. El desempleo ha crecido en varios
millones, la informalidad ha aumentado llegando al 80 % en medio de una
creciente recesión económica. Los contagios y muertes siguen aumentando el
sufrimiento del pueblo en medio del desgobierno y desinterés que expresa el
Estado peruano.
En la actual
situación de crisis general que vivimos, nuestra lucha tiene como centro
defender la vida y salud del pueblo. Muchas voces democráticas están planteando
medidas que se pueden implementar para estos efectos.
La necesidad de un
bono universal mensual que garantice la subsistencia alimentaria y de servicios
básicos de la población es fundamental para limitar desplazamientos y frenar
los contagios mientras dure la emergencia. Dinero hay, la cuestión es usarlo
para salvar al pueblo. Sin esta
garantía, los pobres seguirán saliendo a buscar su sustento, contagiándose a sí
mismo y a otros y muriendo.
La medicina
natural usada cientos de años por nuestro pueblo debe ser empleada para
reforzar su sistema inmunológico y respiratorio, a la vez que debe
intensificarse la campaña de las medidas preventivas básicas de higiene,
distanciamiento social, necesidad y uso correcto de las mascarillas.
Es importante
desenvolver una campaña internacional de apoyo a la emergencia en Perú que es
el país pobre más gravemente afectado por la pandemia en el mundo. La OMS, la
ONU deben velar por todos ¿si no para qué existen? Faltan médicos y personal
sanitario, camas, ventiladores, oxígeno y hay organizaciones y países que
pueden proporcionar esa ayuda; por ejemplo, Rusia, China y Cuba ayudaron a
Italia en un momento crítico.
La exorbitante
alza en el precio de las medicinas, los abusivos cobros de luz, agua, gas,
internet así como el cobro de las deudas de los usureros bancos deben ser
revisados. En esta emergencia debe controlarse el precio de las medicinas,
rebajar los costos de los servicios básicos y permitir pagos diferidos,
suspender deudas bancarias y con interés cero.
El plan Reactiva
Perú debe apoyar principalmente a la micro y pequeña empresa y no a la gran
empresa ni a actividades ilícitas como se ha venido aplicando.
Debe acabarse con
la anarquía y desorden en horarios de desplazamiento, uso de transporte,
compras en mercados, atención en bancos.
Este sistema
capitalista putrefacto y en hundimiento no lo necesitamos. El neoliberalismo
solo ha traído más desigualdad, injusticia, desocupación, corrupción, miseria,
enfermedades, hundimiento de la industria nacional. Requerimos un nuevo modo de
producción, un orden socialista sin propiedad privada de los medios de
producción, un sistema donde la producción social pase a manos del pueblo,
donde se garantice la alimentación, vivienda digna, educación y salud
universales, pleno empleo, democracia para el pueblo, no democracia burguesa
como la que existe hoy, justicia sin privilegios, sistema socialista que
exprese en toda su potencia la fuerza del proletariado y pueblo peruano
organizado y solidario con los pueblos del mundo. Ese es el rumbo correcto. Y
en esa marcha al socialismo nos forjamos empleando todas las formas de lucha en
función de conquistar el poder para el proletariado y el pueblo.
Es necesaria una nueva constitución con el pueblo y para
el pueblo y desechar la actual constitución fujimorista, promotora del
neoliberalismo. Nada de parches ni reformas por el Congreso sino una nueva
elaboración por verdaderos representantes del pueblo. Así el pueblo podrá
conseguir mejores condiciones democráticas para defender sus derechos
fundamentales, su derecho a la vida, a la salud, a la educación, por una
vivienda digna, por trabajo y producción nacional, y muy especialmente por el derecho
principal de rebelarse contra la opresión en su brega irrenunciable por el
socialismo.
¡SALVAR LA VIDA DEL PUEBLO!
¡NUEVA CONSTITUCIÓN CON Y PARA EL PUEBLO!
¡ABAJO EL CAPITALISMO! ¡VIVA EL SOCIALISMO!
Agosto 2020
Comité Nacional de Prisioneros Políticos y de Guerra del
Perú
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