EL PRISIONERO POLÍTICO OSMAN MOROTE TAMBIÉN DIO POSITIVO AL COVID-19
Como no
podía ser de otra manera, ante la insuficiente e ineficaz acción preventiva,
más el real abandono institucional, los
servidores penitenciarios sin los EPP de reglamento acabaron por contagiarse y
en ese estado han continuado trabajando.
Indefectiblemente los internos, población cautiva, inerme, cuyo
único contacto social aún antes de la primera cuarentena son los trabajadores
del INPE, empezaron a contagiarse día a
día. Y vienen muriendo por decenas.
Silenciadas las denuncias de los familiares, cual anónimas
cifras solo engrosan el parte diario que el Presidente Vizcarra enuncia. Reclamaron
en Castro Castro allá por abril, que parece tan lejano habiendo pasado menos de
dos meses y la respuesta inmediata fue SANGRE Y FUEGO: 9 muertos declarados, y
de los heridos ni se ha querido informar. Denunció la familia, reclamaron las
esposas, hermanos, hijos; hasta impactados noveles reporteros, pero las muertes
en ascenso del país taparon este crimen.
El virus no es el asesino, lo es este Estado caduco, lacayo
del imperialismo yanqui con sus tecnócratas que acatan solo la protección de
los de arriba, de sus intereses financieros; y no es porque sean malvados, ni
sinvergüenzas, ¡no! Es que SON
CAPITALISTAS, y así es como funcionan, la ganancia es su divisa y seguirán
arrancándola a través del despellejamiento del proletariado y del pueblo que va
perdiendo uno a uno a sus hijos; el capitalista no tiene pena por los pobres,
él duerme tranquilo, no tienen deudos en esta pandemia, él tiene cientos de
años oprimiendo y explotando, y de situaciones como las de hoy sabe sacar suculento
provecho para enriquecerse más.
Por eso a los grandes “empresarios” el Estado le obsequia
préstamos millonarios para mantener sus bolsillos llenos, mientras al obrero lo
despiden “perfectamente”, al ciudadano común le estrangulan con las cuentas por
servicios, con los más altos intereses por préstamos usados en una escolaridad frustrada,
o para la campaña de invierno perdida del microempresario.
En medio de todo esto, que se contagie un prisionero político, aquél
que en guerra popular desafió su poder y golpeó certeramente aunque no llegó a
aniquilarlo, les caerá como anillo al dedo; pretenden excusar su
responsabilidad frente al nuevo genocidio que están cometiendo al excluirlos de
cualquier ley que les beneficie y ahora negándoles sistemáticamente la atención
médica indispensable, señalan al Covid-19 como el asesino, siendo la gran
burguesía, la ultraderecha la genocida.
Sigamos dando batalla, que nadie quede sin saber la entraña
opresora y explotadora de este sistema capitalista que se vale de sus poderes
legislativo, ejecutivo, judicial, de sus medios de comunicación para elevar sus
ganancias sin límites en medio de esta pandemia. Para muestra un botón: dueña de los medios de
producción de oxígeno ha manipulado para subir su precio a un nivel criminal,
asfixiando a los pobres, destruyéndoles sus pulmones, matando a los viejos porque
necesita fuerzas de trabajo frescas y ¡todo amparado en la Constitución
neoliberal!
Exigir al Estado atención médica y alimentaria para todos
los pacientes que lo requieran. Que se atienda las zonas que están izando
banderas blancas especialmente.
Que se procure la atención médica a los prisioneros
contagiados, muy especialmente a los adultos mayores como Osmán Morote
Barrionuevo, prisionero hace 32 años.
Junio 15
del 2020
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CNPPGP
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