EL
CAPITALISMO EN SU FASE IMPERIALISTA ES EL CAUSANTE DE LA CRISIS MUNDIAL.
La
actual pandemia en crecimiento desnuda la esencia económica explotadora del
imperialismo, su afán político de dominar el mundo a cualquier precio, su
ideología individualista centrada en el egoísmo, todo ello basado en la
propiedad privada capitalista de los poderosos medios de producción que ha
construido la humanidad gracias al trabajo de los obreros y trabajadores del
mundo.
Para
los grandes burgueses monopolistas propietarios de industrias, bancos,
comercios, laboratorios, casas de juego, telecomunicaciones, agencias de
prensa, eventos de arte y deporte, etc, etc. la vida de las masas populares
solo les interesa si sirven para que trabajen y puedan ellos multiplicar sus
ganancias millonarias.
Más
aún, múltiples indicios muestran que la acelerada gestación de una nueva crisis
económica general con el insostenible déficit y deuda pública de Estados
Unidos, la guerra comercial chino-norteamericana, la desaceleración de le
economía de China, el estancamiento de la economía europea, la recesión en
Alemania, el Brexit, las caídas de las bolsas de valores en el mundo, terminará
por estallar gravemente con la actual pandemia del coronavirus llevando a un grave
colapso de la economía mundial.
EL
HAMBRE QUE GENERA EL CAPÌTALISMO ES LA REAL PANDEMIA QUE AZOTA EL MUNDO
La
alarma y emergencia decretada por diferentes gobiernos del mundo develan el
abandono de la salud pública desmantelada por el neoliberalismo durante décadas
golpeando a los más pobres que, como siempre, son los que pagan con su vida las
maldades de la burguesía. El imperialismo en sus afanes hegemonistas
guerreristas impulsa la producción de nuevas armas y reduce la investigación y
atención de salud de las grandes mayorías.
En
la actualidad según la ONG OXFAM, 8 multimillonarios son más ricos que la mitad
de la población mundial más pobre, ¡8 vampiros humanos más ricos que 3.600
millones de personas! Y ¡el 1 % de los ricos tiene más riqueza que el 99 % de
la población mundial! Jamás a estas sanguijuelas les ha importado realmente la
salud de los pueblos.
Como
muestra, veamos algunos informes significativos tomados de la UNICEF y de la
Organización Mundial de la Salud.
Datos
del 2019: Mueren de hambre 2 millones 300 mil niños, es decir cada minuto
mueren 18 niños por hambre en el mundo.
El
2018, más de 140 mil, principalmente niños pobres, murieron de sarampión en
todo el mundo, 39 vidas al día ¡pese a que existe la vacuna contra esta
enfermedad!
Y
en los 7 primeros meses del 2019 se triplicó el número de muertes por sarampión
en relación al 2018.
La
gripe común por influenza A y B genera cerca de 650 mil muertos por año en el
mundo pese a que existen las respectivas vacunas.
¡Este
es el inicuo sistema imperialista que debemos destruir y enterrar para siempre!
QUE
LOS ESTADOS ASUMAN PLENAMENTE EL DERECHO A LA VIDA, LA ALIMENTACIÓN, LA SALUD,
LA VIVIENDA, LA EDUCACIÓN DE LOS PUEBLOS.
Ante
la pandemia actual que golpea principalmente al proletariado y demás
trabajadores, los Estados deben asumir plenamente el derecho a la vida, la
alimentación, la salud, la vivienda, el trabajo, la educación y las necesidades
básicas de las masas trabajadoras como manda la Carta Internacional de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas. Es indignante e inaceptable que por la pandemia
un trabajador sea despedido y no pueda salir a buscar trabajo, que no pueda
alimentarse él y su familia, que no tenga cobertura de salud, que sus hijos no
puedan estudiar, que no pueda pagar el alquiler de su vivienda ni los servicios
básicos. ¡Todo esto debe proveerlo el Estado! Y acabar con la desinformación y
estados de zozobra que promueven las clases dominantes para pescar a río
revuelto.
Que
se den subsidios inmediatos para todos, dando prioridad a los más pobres y más
vulnerables. Hay que ejercer de múltiples formas el derecho de opinión y de
protesta contra la injusticia utilizando creativamente todos los espacios
posibles. Es falso que la lucha de clases desaparece frente al coronavirus, los
explotadores y opresores jamás dejarán de buscar las máximas ganancias ni de
afilar sus cuchillos de carniceros contra el pueblo.
En
nuestro país, el gobierno ha dispuesto una ayuda de 380 soles que se entregaría
a más de 3 millones de familias vulnerables afectadas por la emergencia,
reconociendo así ¡que casi la mitad del país es pobre! Esto es necesario pero insuficiente
pues la improvisación y el abandono de décadas se reflejará en la enfermedad y
muerte de las masas de nuestro pueblo.
¡ABAJO
EL USO POLÍTICO Y ECONÓMICO DE LOS CAPITALISTAS PARA DOMINAR Y ENRIQUECERSE A
COSTA DEL SUFRIMIENTO Y LA MUERTE DE LOS TRABAJADORES!
En
sus pugnas por el dominio mundial, Estados Unidos y China desenvuelven una
abierta guerra comercial que ahora pretenden encubrir con el coronavirus
acusándose mutuamente de su surgimiento y proliferación. Trump habla del “virus
chino” y el gobierno chino lo acusa de traer el virus a través de sus soldados.
Ambos usan la pandemia como la causante de la inmensa crisis que se avecina,
ocultando que es el sistema capitalista que ellos mantienen el verdadero
causante de la crisis económica y financiera mundial que pretenden descargarla,
una vez más, sobre la clase obrera y los pueblos del mundo.
Hasta
hoy lo que se ha visto es que el coronavirus es muy contagioso pero su tasa de
letalidad es baja. Aplicar las medidas sanitarias que corresponden, la higiene,
la cuarentena y atender médicamente a toda la población infectada implica
inversión en salud y eso exigimos. Subsidios de
alimentos, útiles de higiene, pruebas rápidas, equipamiento adecuado a
los trabajadores de salud, implementación de los centros de salud. Así, con las
investigaciones farmacológicas avanzadas de hoy en día, podrán mejorar las
medicinas que lo combaten y la humanidad superará esta enfermedad.
Sin
embargo, aplicando estados de alarma, de emergencia, toque de queda y la
“epidemia mediática” de sus medios de prensa, los imperialistas y sus secuaces
infunden temor y pánico generando condiciones para mayor negación de conquistas
y derechos del pueblo, especialmente el derecho a la protesta y resistencia
contra la opresión, ocultan mejor sus trapacerías de corrupción, tráfico de
armas, drogas, pornografía a la vez que aprovechan todos los medios de obtener
ganancias en las áreas de medicinas, vacunas, material médico,
telecomunicaciones y donde sea posible.
SALVAR
AL PROLETARIADO Y A LAS MASAS TRABAJADORAS Y NO A LOS BANCOS Y A LOS MONOPOLIOS
La
gran burguesía mundial y los Estados que controlan ya están previendo medidas
para salvar a sus bancos y empresas monopolistas como lo hicieron en la gran
crisis del 2008 y como siempre lo han hecho, descargando sobre el proletariado
y las masas la desocupación, la miseria, el hambre, las enfermedades y toda
clase de calamidades.
Y
es que las crisis son inherentes al sistema capitalista porque se basa en la
explotación del proletariado, en la plusvalía que arrancan de nuestro trabajo,
en la ganancia mal habida obtenida debido a la propiedad privada sobre los
medios de producción. Es imposible que los burgueses puedan hacer una
planificación económica científica en medio de sus disputas por el control del
mundo, y los planes que hacen siempre terminan en crisis cíclicas de las que
nunca pueden salir.
La
clase obrera y el pueblo trabajador luchamos y lucharemos por defender nuestros
derechos y libertades, exigimos que el Estado proteja a los desocupados, a las
masas pobres y no a los bancos y a las grandes empresas capitalistas. No a los
despidos, hambre y enfermedades que provocan las clases dominantes; sí a la solidaridad,
al trabajo infatigable y heroico de obreros y trabajadores para vencer al
coronavirus. La propaganda, la movilización, la huelga son poderosas armas que
hacen temblar a la burguesía y permiten defender derechos y arrancar conquistas
en beneficio del pueblo. Mientras más
luchemos, menos conquistas se perderán y más logros se arrancarán, sin olvidar
que este es un círculo vicioso del que solo podremos salir exterminando con el
sistema capitalista.
ÚNICO
CAMINO: EL SOCIALISMO, ELIMINANDO LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE.
El
pueblo y no los explotadores es la única fuerza motriz que hace la historia
mundial. Y el pueblo es fuerte cuando está organizado y es invencible cuando
tiene la dirección correcta del proletariado.
¿Cuál
es el camino para salvar a la humanidad? Acabar con el capitalismo y toda
sociedad basada en la explotación de una clase sobre otra.
La
Primera Guerra Mundial dio a luz la revolución socialista en Rusia, la Segunda Guerra
Mundial parió la revolución china y el campo socialista. Y aunque eso se perdió
temporalmente, esa inmensa experiencia dejó grandes lecciones. Hoy ante el
preludio de una tercera guerra y el colapso mundial que se avecina, es tarea
del proletariado y los pueblos del mundo hacer la revolución socialista para acabar
con el imperialismo norteamericano y todo el sistema imperialista y alumbrar un
mundo nuevo.
Construir
un nuevo orden basado en la propiedad colectiva de los medios de producción, un
nuevo orden socialista rumbo al comunismo que sustituya el egoísmo por la
solidaridad, la explotación por la
cooperación, la riqueza individual por la riqueza social, el nacionalismo
burgués por el internacionalismo proletario, la anarquía económica burguesa por
la planificación económica socialista, la desocupación por la ocupación plena,
la guerra por la paz, en síntesis, acabar con las clases, Estados, guerras,
supersticiones y alcanzar, como hermosamente canta La Internacional, el paraíso en la Tierra.
Marzo de 2020 Colectivo
Trabajo
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