LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA NO ES UN DELITO, ES UN DERECHO FUNDAMENTAL DE TODOS LOS PERUANOS





Luchar por el derecho a la participación política no es un delito, es un derecho fundamental sancionado de antaño y aún en la actual Constitución neoliberal; derecho cuyos promotores y apoyantes se vieron obligados a reconocer por el desarrollo de la incesante lucha popular que con sangre, sudor y lágrimas conquistó.
Por tanto, recordamos a los ultraderechistas que quienes violan la Constitución y la ley son ellos, pues la Constitución en su artículo 2 inciso 2 a la letra dice:

“Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.”

Pero qué dice el diario Peru21, el 13 de enero en su página 7 : “El Movadef se inmiscuye en la campaña electoral al Congreso”, clara y confesa discriminación por motivo de opinión contra los marxistas leninistas maoístas, dice que la participación del Movadef es inmiscuirse en el actual proceso electoral, que los activistas del MOVADEF, como cualquier ciudadano no pueden participar en el actual proceso electoral, entonces queda claro que promueven la discriminación por ideas, y eso es violación de la Constitución. De un plumazo pretenden quitar los derechos ciudadanos a un grupo de peruanos, quieren matarlos civilmente usando las portadas y páginas de su diario.
No está de acuerdo con la libertad de conciencia, como lo ampara la Constitución que reconoce “Toda persona tiene derecho a:

“3. A la libertad de conciencia y de religión, en forma individual o asociada. No hay persecución por razón de ideas o creencias. No hay delito de opinión”

Sin embargo ellos persiguen las ideas y no las contradicen con sus ideas neoliberales que nos han hundido en la peor crisis económica, política, social y de todas las instituciones del Estado que alcanza hoy hasta a la novísima Junta Nacional de Justicia, sino que aplican el terruqueo como respuesta política, propia de la ultraderecha fujimorista.

La participación política puede ser individual u organizadamente. El día de los comicios electorales las personas pueden no votar y ser pasibles de sanción económica, pueden ir y votar por el candidato de su preferencia o pueden viciar su voto en la forma que le dicte su conciencia, por la idea que crea y eso no es delito, es participación ciudadana.

Pero Perú 21 apanicado por el actual desarrollo de la conciencia del pueblo, que rechaza el actual sistema capitalista que los hunde en el hambre, la miseria, la desocupación y el atraso, que condena a muerte a los hijos de las masas desde el vientre materno por falta de atención médica, y  los que sobreviven con nefasta anemia arrastran sus consecuencias de por vida pues no son las pastillitas de hierro ni la “sangrecita” lo que cura la anemia; sino alimentos: ¡carne!, ¡leche! Sino pregúntese si la Ministra de Salud, o la de Economía, si la señora K alguna vez en su vida comió “sangrecita de pollo”. Ni que decir de la educación, universidades a las que el Estado no le da los recursos económicos para que tengan las mínimas condiciones para educar a los hijos del pueblo con una educación de calidad al servicio del pueblo y la nación, que sea democrática, libre de ideas supersticiosas, científica, que promueva la investigación y el desarrollo de la ciencia.

Es evidente que esta realidad aterra a la ultraderecha y a troche y moche quiere obligar a que el pueblo vote por los candidatos que ellos han impuesto: ex congresistas impresentables, corruptos, delincuentes de cuello y corbata que se han enriquecido saqueando las arcas del Estado, extrayendo del pueblo la máxima plusvalía al amparo de leyes lesivas impuestos por el neoliberalismo que arrasó las conquistas que la clase y el pueblo conquisto en duras, largas y cruentas jornadas de lucha.

Hoy el pueblo lucha por reconquistar sus derechos perdidos, lucha por recuperar la jornada de 8 horas de trabajo, con 8 horas de descanso y 8 horas de recreación, y eso no es delito. Lucha por mejorar sus condiciones de trabajo que es la causa de la mayor cantidad de muertes que suceden en los centros laborales, baste recordar la muerte de los jóvenes que trabajaban en la transnacional Mac Donald, o la chica que fue decapitada por una maquina en Huaral, o el joven que fue triturado por una maquina en Aceros Arequipa a comienzos de año. Lucha por su salario que la burguesía lo ha reducido a salarios de hambre, 950 soles que no alcanza para dar vivienda digna, alimentación, vestido, salud, educación a una sola persona, menos a una familia, como cualquier obrero o trabajador lo sabe y peor para los informales que no alcanzan ni ese mínimo.

Lucha por participar en el poder a través de auténticos tribunos populares, para que los defiendan de la voracidad capitalista, por derogar las leyes lesivas que persiguen y criminalizan la lucha y protesta social como “extorsión” o “terrorismo” usando al poder judicial como instrumento aplicador del derecho penal del enemigo en contra de los mejores hijos del pueblo y extendiéndolo a sus rivales políticos.

Y lucha por el derecho político por excelencia de construir un mundo mejor, libre de explotación y opresión, de hambre, de miseria, derecho consagrado por nuestra propia historia y la historia de los pueblos del mundo; baste recordar ahora que estamos ad portas de celebrar el bicentenario de la independencia, cuánta lucha costó deshacernos del yugo feudal del imperio español.

Por eso hoy corresponde un voto viciado como voto de protesta, como voto de rechazo al actual sistema capitalista de explotación y no es como dice Rosa María Palacios que eso es restituir al congreso disuelto, a los anteriores congresistas, eso es falso; es avanzar, es abrir camino hacia una Nueva Constitución con el pueblo y para el pueblo a través de una asamblea constituyente, que deje abolido el actual régimen económico neoliberal. Eso es lo que aterra a los ultraderechistas vendepatrias; que quede estampada en una nueva Constitución la recuperación de los derechos conquistados de los trabajadores, la defensa de nuestros recursos naturales. Por eso planteamos nuestro acuerdo que en las elecciones congresales de enero 2020 el pueblo participe votando con un voto viciado, como voto de protesta.

Enero 2020
CNPPPGP


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