El pueblo chileno, con extensas y masivas movilizaciones populares, llegando a reunir a más de un millón de personas en una sola movilización, donde destaca la participación de la juventud, empleando los medios que la clase ha ido generando durante siglos y usando los nuevos medios de comunicación para vertebrar la lucha, ha enfrentado la represión policial primero y la militar después, seguido de toda una campaña mediática de desprestigio encabezada por el gobierno de Sebastián Piñera, que con el objetivo de desprestigiar la lucha y dividir al pueblo imputaron que era obra del “chavismo”, del “castrismo”, que son “terroristas” que buscan imponer el “comunismo chavista” y “castrista” en contra de la “democracia”, llegando a su cúspide cuando llamó a la “guerra” contra el pueblo para aplastarlo, sacando a los militares a la calle e implantando el toque de queda, como en los mejores tiempos de la dictadura pinochetista, todo rechazado, repudiado y desbaratado con la contundente respuesta del pueblo, con movilizaciones amplias y masivas. Luego, La burguesía chilena a través del presidente Piñera ha maniobrado derogando el alza de los pasajes del metro y ofreciendo migajas a la clase media y a los más pobres de chile y entregando la cabeza de sus ministros con la finalidad de aplacar la ira popular y quedarse en el poder.
Hoy se alzan voces “explicando” las causas que desencadenaron la protesta popular, criticando la desigualdad, la brecha social, la corrupción, los bajos salarios, la falta de servicios sociales, la no gratuidad de la enseñanza, etc., etc. pero se apuran también en afirmar que el modelo económico que han aplicado “no está en crisis”, que “es perfectible”, que “no hay que cambiar el modelo económico”.
Mas lo principal es que los sectores populares piden “que se vaya Piñera”, que haya una “Asamblea constituyente”, exigen la “refundación de chile”, manifiestan su rechazo al actual modelo económico, se preguntan por qué habiendo tanta riqueza, solo está en manos de una ínfima minoría y la inmensa mayoría solo recibe salarios de hambre. Buscan las causas de esta situación sin llegar a concluir que esta salvaje opresión y explotación es producto del sistema capitalista, y lo que se vive son las consecuencias de las crisis del imperialismo en globalización. La inmensa brecha de “desigualdad” y todos los datos que se abrieron a la opinión pública mundial confirman precisamente que se deben a la innegable mayor socialización de la producción de un lado y por el otro la propiedad privada de los medios de producción que están en cada vez menos manos.
Saludamos esta importantísima lucha del pueblo chileno, a la vez que nos reafirmamos en la insoslayable necesidad de estudiar el marxismo-leninismo-maoísmo para aplicarlo a la situación concreta de la lucha de clases y a la solución concreta de la misma. La gran burguesía chilena aliada como está al imperialismo está buscando solución a sus intereses, y presionado por la lucha popular procurará solamente bajar el nivel de la antagonización. Serán por tanto soluciones ajenas a la real situación de las grandes mayorías, así se comprueba otra vez más que con luchas se conquistan y defienden libertades y derechos, mas el proletariado y el pueblo necesitan elevar su conciencia política, saber por qué están dando su carne, su sangre, su vida y qué hace falta. Así avanzarán en la constitución o reconstitución de la imprescindible vanguardia del proletariado, que guiando a la clase y el pueblo cumpla su papel de dirección en el rumbo socialista en la perspectiva de construir para toda la humanidad una sociedad de armonía y libertad.
Perú, octubre del 2019.
CNPPyPG