A LA OPINIÓN PÚBLICA:





En nuestro país ad portas del Bicentenario se mantiene vigente y se viene aplicando la pena de cadena perpetua en abierta violación de los artículos 1° y 139° inciso 22 de la Constitución que establecen: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado” y “El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.” respectivamente, contrariando así el Estado de derecho.

Y no es casual que la cadena perpetua se siga aplicando pues, ello es consecuencia del proceso de reaccionarización del Estado peruano hoy en un contexto de la más grave crisis generalizada del Estado peruano reflejada en todas sus instituciones, incluido el Poder Judicial desprestigiado por escándalos de corrupción y con altos porcentajes de desaprobación y en el que las diversas facciones y grupos de la gran burguesía se enfrentan en una aguda pugna en pro de resolver la crisis buscando definir el rumbo y el plan económico que aún no tienen, para así mantener el actual sistema de opresión y explotación capitalista poniendo por delante sus intereses personales y de grupo.

La pena de cadena perpetua es inhumana y equivale a la pena de muerte, siendo incluso más cruel que esta porque significa vivir todos los días sólo para morir en la cárcel; por tanto, es una pena intemporal.  Es confinamiento perpetuo contra el cual recientemente se ha pronunciado el Papa al decir: “"La prisión perpetua no es la solución a los problemas…sino un problema a resolver. Porque si se encierra la esperanza, no hay futuro para la sociedad. Nunca se debe privar del derecho a empezar de nuevo".

La pena de cadena perpetua es parte del Derecho Penal del enemigo introducido en nuestro país con la legislación antiterrorista y que ahora se sigue aplicando contra los procesados y presos políticos del Partido Comunista del Perú, aun cuando ya no hay subversión armada desde hace 27 años. Pero si a la pena de cadena perpetua se le añade el aislamiento absoluto, como en el caso del Doctor Abimael Guzmán Reinoso de 84 años de edad recluido en el penal militar de la Base Naval del Callao, entonces ya no es sólo vivir para morir sino ser torturado permanentemente lo cual rechazamos y denunciamos.

Manifestamos nuestro apoyo y respaldo al Habeas Corpus presentado ante el Poder Judicial pidiendo la nulidad de la sentencia a la pena de cadena perpetua en el Megaproceso, así como a la Medida Cautelar presentado por la profesora Elena Yparraguirre Revoredo ante la CIDH a favor de su esposo.

Consideramos que el ingreso al Bicentenario de nuestra Independencia, cuyo contenido es el derecho fundamental a la libertad, debe contemplar la derogatoria de la pena de cadena perpetua porque anula la libertad del hombre.

¡Exigimos la derogatoria de la pena de cadena perpetua por cruel e inhumana!


Lima, 02 de octubre de 2019
                                                       Abogados de la Defensa