PRONUNCIAMIENTO DE LOS PRISIONEROS POLÍTICOS DEL PENAL DE CANTO GRANDE-PERÚ


PRONUNCIAMIENTO

Los prisioneros políticos del Perú marxista-leninista-maoístas, pensamiento Gonzalo, saludamos con optimismo histórico y ferviente calor revolucionario a los comunistas, revolucionarios y progresistas, luchadores sociales prisioneros en las inmundas mazmorras de los Estados reaccionarios en todo el orbe, devenidos en tales por dedicar sus vidas abnegadamente a la misión de luchar contra la opresión y explotación del sistema capitalista y por su transformación revolucionaria en un futuro nuevo mundo de armonía y felicidad para la humanidad. Asimismo, nuestro saludo a los devenidos prisioneros en el combate a la injerencia política y agresiones armadas del imperialismo, principalmente norteamericano, violador de la soberanía de las naciones, como también a los recluidos como consecuencia de luchar contra la esquilmación de las materias primas y destrucción del medio ambiente por la voracidad de los monopolios imperialistas. ¡Exigimos la libertad de todos los prisioneros políticos en el mundo o el cambio de sus condiciones de prisión conforme a las “Normas Mínimas de Tratamiento para los reclusos” de la ONU!

En el Perú, con admiración revolucionaria expresamos nuestro reconocimiento y fervoroso saludo al prisionero político doctor Abimael Guzmán Reinoso, Presidente Gonzalo, jefatura del Partido Comunista del Perú y la revolución peruana, quien, prevaleciendo con entereza revolucionaria sobre las condiciones inicuas de prisión en un penal militar, en aislamiento social absoluto y prolongado, persiste inquebrantable enarbolando, defendiendo, aplicando y desarrollando con incansable tesón sus convicciones comunistas marxista-leninista-maoístas, pensamiento gonzalo, perseverando en servir con desinterés absoluto a la clase y el pueblo y al advenimiento de la futura nueva sociedad en todo el orbe. Como ejemplo, todos hemos visto en el país y en el mundo durante el desarrollo de la farsa de juicio del caso Tarata, su combatividad de comunista hasta el fin, enfrentando y respondiendo en el Tribunal a los redivivos inquisidores, desnudando la manipulación política y sus “razones” ajenas a la realidad, al Derecho, la justicia y la verdad.

Denunciamos que el Doctor Guzmán, con 85 años de edad, ya lleva recluido casi 27 años en una prisión militar ilegalmente, en la que se le niega todos sus derechos y donde es víctima de un indefinido ensañamiento del Estado con un trato cruel e inhumano, incomunicado, sin visita familiar, negándole la atención médica especializada en un hospital, atención necesaria debido a su edad avanzada y el largo encierro que, como es lógico, han deteriorado su salud. Todo lo cual constituye violación flagrante de su identidad y dignidad personal, lesivo a su integridad psíquica, física y moral.

El aislamiento permanente no está contemplado en ninguna ley peruana como ejecución penal y el Penal Militar de la Base Naval del Callao es un penal ilegal, inconstitucional e inhumano, pero consentido por el Estado peruano como algo normal, aun cuando la Resolución de la Comisión contra la tortura de la ONU de noviembre del 2012, constató y condenó “las condiciones en la prisión de alta seguridad de la Base Naval del Callao con el confinamiento solitario prolongado, el aislamiento sensorial, la prohibición de comunicaciones…”, demandando al Estado peruano que aplique las “Reglas Mínimas de Tratamiento para los reclusos”. La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su sexagésimo sexto periodo de sesiones, de agosto de 2011, señaló una posición similar, demandando a la comunidad internacional a que se “imponga una prohibición absoluta de la reclusión en régimen de aislamiento”. Además la Corte Interamericana y la Corte Europea de Derechos Humanos en varias sentencias han condenado los tratos inhumanos, crueles y degradantes en las condiciones de prisión. Más todas estas recomendaciones y demandas de los organismos internacionales de Derechos Humanos son letra muerta en el Perú. ¡Exigimos el cierre del Penal Militar de la Base Naval del Callao y el fin del aislamiento de todos los prisioneros en ese penal!

También denunciamos que los prisioneros políticos y de guerra del PCP, además de haber enfrentado torturas, genocidios en los penales, juicios en tribunales militares y jueces sin rostro, nuevos juicios civiles sin un debido proceso y total falta de garantías, enfrentando un régimen de ejecución penal condenado por organismos internacionales de Derechos Humanos, venimos purgando condenas de larguísima carcelería de 25, 30, 35 años y cadena perpetua, sin beneficio penitenciario alguno desde octubre  del 2009 vía “fe de erratas” , negándosenos el derecho de igualdad ante la ley. No contento con todo eso, ante el cumplimiento de esas penas draconianas y para impedir las libertades, como parte de su política de sobre criminalización, la ultra derecha fraguó nuevos juicios simbólicos, eminentemente políticos, a los prisioneros considerados dirigentes del PCP, como son los casos Soras, Perseo y Tarata, con directa intromisión desde el poder político, nuevos juicios concebidos como necesidad política del Estado y medida de aseguramiento punitivista, ante un fabricado e inexistente “peligro inminente” de terrorismo, buscando conjurar supuestos riesgos a futuro y mantenerlos en prisión por siempre. Lo cual quedó demostrado en la farsa de juicio oral del caso Tarata, Exp. 346-2013, donde diez de los doce acusados de supuestos dirigentes fueron condenados a cadena perpetua, en setiembre del 2018, y para cinco de ellos: Abimael Guzmán, Elena Yparraguirre, María Pantoja, Laura Zambrano y Flores Hala, una segunda cadena perpetua. Vulnerándose la cosa juzgada y el ne bis in ídem condenaron a todos con la misma imputación de autoría mediata y el mismo artículo 3.a del Decreto Ley 25475 de ser dirigentes, por los que ya habían sido condenados en otros juicios.

Así, pues, los prisioneros políticos y de guerra en el Perú estamos bajo permanente persecución política, sometidos a requisas represivas e ilegales por la policía política Dircote como la ocurrida en noviembre del 2018, para seguir abriéndonos nuevos procesos dentro de la criminalización de las ideas, negación de la libertad de expresión y el derecho a la cultura. Con la “nueva” ley de apología y las denuncias fiscales contra nuestros abogados y familiares nos someten a mayor aislamiento e indefensión. Nos niegan o restringen el derecho al trabajo, impiden la exposición y venta de nuestros trabajos de arte, artesanía y literarios por “Apología al terrorismo”. Además, a los que logran su libertad cumpliendo larguísimas penas, por ley les imponen una nueva pena para excluirlos de la sociedad negándoles el derecho a trabajar en el sector público y hasta en el sector privado, lo cual está calificado como delito de lesa humanidad por el Estatuto de Roma del que el Perú es suscriptor, a lo que se suma el cobro de las impagables reparaciones civiles extendidas a sus familiares, a quienes embargan sus propiedades y bienes con prepotente arbitrariedad. Parte de la persecución como política del Estado para excluir de la sociedad también a los familiares, es la negación del derecho a enterrar a sus muertos en los genocidios de los penales, recuperados después de 30 años, a rendirles homenaje y guardar memoria, llegando a la ignominia de demoler sus nichos en el cementerio del distrito de Comas, excluyendo de la sociedad a los propios muertos. Y, también, la negación a los ex prisioneros del derecho a la participación política así como a la libertad de pensamiento y expresión por demandar la solución política, amnistía general y reconciliación nacional y la libertad de todos los prisioneros políticos.

En conclusión, para el Estado peruano los prisioneros políticos somos los parias de la sociedad, situación que solo puede ser entendida dentro del marco internacional de metamorfosis del Derecho penal en un singular Derecho penal del enemigo, que absolutiza las medidas de seguridad sobre los derechos fundamentales de las personas que luchan contra el inicuo e inconducente sistema capitalista. En el Perú son 40 años de aplicación de ese Derecho penal del enemigo, el cual fue usado como arma de guerra contrasubversiva mediante una legislación antiterrorista de excepción durante la guerra interna. Hoy, en el contexto de la post-guerra, 27 años después de su término, la misma legislación es mantenida y desarrollada, enrareciendo toda la sociedad hasta casi extinguir el garantismo y el respeto al derecho de las personas considerados enemigos absolutos y eternos como los que osamos levantarnos contra la explotación y opresión. De la criminalización de la lucha revolucionaria pasaron a la criminalización de la lucha política de los marxista-leninista-maoístas, pensamiento gonzalo y a la criminalización de las luchas populares y de las ideas discrepantes del actual sistema bajo dirección de la ultraderecha; cualquiera en cualquier momento puede ser convertido en chivo expiatorio y acusado de “terrorista”.

Finalmente, presentamos nuestra gratitud a las diversas delegaciones asistentes a este significativo y trascendental evento de celebración del Día Internacional de los Prisioneros Políticos, evento que servirá a cohesionar ideas y fuerzas en la encomiable misión de bregar en defensa de los presos políticos en el mundo y principalmente por sus libertades. Agradecemos especialmente vuestro apoyo y solidaridad a nuestras denuncias y nuestra causa. Vuestra presencia enaltece al proletariado y pueblo peruanos, de heroica historia en la lucha contra sus opresores y explotadores de ayer y hoy, internos y externos, y que hoy combate indesmayable en defensa de sus derechos conculcados y especialmente por el principal derecho de transformar la sociedad en un nuevo mundo de más plena humanidad.

¡Viva el Día Internacional del Prisionero Político!
¡Libertad de todos los prisioneros políticos del mundo!
¡Abajo la farsa de nuevos juicios en Perú!
¡Libertad del Doctor Guzmán y todos los prisioneros políticos del Perú!

Comité de prisioneros políticos y de guerra de la LTC de Canto Grande
                                                (Moción leída en Actividad Cultural por el 17 de abril 2019)