¡COMBATIR SIN TREGUA LA PERSECUCIÓN POLÍTICA A LOS REVOLUCIONARIOS!





El conflicto armado en el Perú terminó hace más de 26 años, como todos sabemos. Derivado de él hubo miles de muertos y desaparecidos. Y también miles de prisioneros políticos. Madres que no saben dónde están sus hijos ausentes, familiares que buscan incansablemente a sus seres queridos desaparecidos, prisioneros que por años o de por vida son separados de sus parejas, padres, hijos por haber ejercido el sagrado derecho de los pueblos a rebelarse contra la opresión.

Siendo un conflicto de gran magnitud ¿es posible judicializar todos los hechos derivados de una guerra? Eso es un imposible. Por ejemplo, en el Perú, la matanza de 250 prisioneros  del año 1986, genocidio infame contra los presos políticos, luego de más de 32 años, hasta hoy sigue impune pues el interminable juicio va y viene para proteger al ex presidente Alan García Pérez y su Consejo de ministros.

Sin embargo, el imperialismo y la reacción nativa en los diversos países, junto con las ONG y la izquierda burguesa han impuesto en el  mundo -con el pretexto de luchar contra la impunidad- una generalizada persecución política contra los revolucionarios que se atrevieron y se atreven a cuestionar el orden capitalista. Niegan la necesidad de amnistías, que es un antiquísimo e incuestionable derecho de los pueblos, reconocido incluso por los Convenios de Ginebra, y así, prosiguiendo con juicios eternos, son ellos los que realmente mantienen la impunidad.

Habiendo culminado un conflicto armado eminentemente político, lo que cabe es tratar políticamente para que la sociedad supere ese periodo de su historia, mejore la situación del pueblo y la sociedad pueda desarrollar. Y la forma más conveniente es con la amnistía general que posibilite la reincorporación social de los implicados en la guerra, que permita que se descubran dónde están los desaparecidos sin temor a ser encarcelado por ello, que se conozca lo realmente vivido en los años de guerra sin la amenaza de una ley de apología totalmente persecutoria, que puedan retornar los exiliados y desplazados y se acabe la persecución sin fin contra los requisitoriados.

En el Perú son más de 15 mil desaparecidos desperdigados en miles de fosas comunes, obra de las fuerzas armadas que actuaron en representación del Estado peruano. A más de 25 o 30 años de producidos los hechos, son poquísimas, contadas con los dedos de la mano, las fosas exhumadas para identificar los restos descubiertos, mientras las madres y padres mueren sin saber dónde están los restos de sus hijos. Asimismo, los prisioneros políticos afrontan decenas de años de prisión efectiva, los excarcelados son perseguidos y aislados de la sociedad y hasta los nichos de los prisioneros asesinados son demolidos por orden gubernamental. Es una política de odio y venganza cruel y antihistórica que la memoria infinita del pueblo jamás olvidará y que su puño de hierro sabrá juzgar.
Innumerables hechos muestran la persecución política en el Perú. Veamos los principales:

-          Aislamiento absoluto y perpetuo por casi 27 años consecutivos al doctor Abimael Guzmán, prisionero político de 84 años de edad, a quien atacan cobardemente de la forma más ruin por su defensa del marxismo-leninismo-maoísmo sin  que se le permita defensa alguna.
-          Demolición de los nichos de los prisioneros asesinados en El Frontón el año 86 del siglo pasado pretextando que es apología que estén enterrados juntos y que sus familiares les rindan homenaje, para lo cual aprobaron descaradamente una ley con nombre propio.
-          Patrañas de nuevos juicios inventados después de 25 años para evitar que dirigentes salgan en libertad.
-          Recientes cadenas perpetuas, incluso infames dobles cadenas perpetuas a los dirigentes comunistas en juicios políticos o farsas de juicio como en el caso Tarata.
-          Denuncia y apertura de juicio a la compañera Elena Iparraguirre por haber escrito al Papa y a otras autoridades denunciando la situación de su esposo el Dr. Guzmán y de los presos políticos del Perú.
-          Impedimento total de trabajo a los excarcelados en el área de educación, tanto pública como privada en todos los niveles.
-          Prohibición de trabajar en el Estado a todos los ex-prisioneros políticos así como de postular a cargos públicos.
-          Proscripción a muestras y obras artísticas ligadas al tema de la guerra interna o sospechosas de ir contra el sistema: pinturas y esculturas de las prisioneras políticas; obras de arte traídas de Estados Unidos por el Museo de Arte (Tablas de Sarhua); obra teatral La cautiva; película La casa rosada; murales autorizados por la Municipalidad de Lima.
-          Negación del derecho a la libertad de expresión buscando prohibir el libro De puño y letra, el periódico Amnistía, apresamiento de jóvenes por tener banderola en defensa de los derechos del pueblo.
-          Detención de más de 30 ciudadanos activistas del MOVADEF negando su derecho a la participación política.
-          Persecución al MOVADEF por adherir al marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo y publicar su periódico Amnistía, prohibiéndole su inscripción como partido político sin fundamento legal alguno.
-          Impedimento a la participación política de jóvenes del pueblo organizados en el frente FUDEPP por aceptar la participación del MOVADEF.
-          Negación a dar información por parte de las más altas autoridades políticas y militares sobre los miles de desaparecidos así como a la exhumación de restos encontrados, cortando el presupuesto y alargando eternamente los juicios.
-          Denuncia contra 5 mil maestros por haber firmado planillones del MOVADEF para su inscripción política.
-          Ley de apología que impide toda opinión sobre la guerra interna que no sea la versión del Estado, ley que conlleva decenas de años de carcelería.
-          Persecución hasta la muerte de prisioneros políticos, sus familiares y abogados. Son 10 prisioneros muertos por cáncer, por abandono y responsabilidad del Estado en los últimos años; persecución hasta la muerte del abogado Manuel Fajardo; campaña de desprestigio contra la Asociación de Familiares de los presos políticos y victimas de genocidio.
-          Hostigamiento permanente por parte de las autoridades y prensa servil a los ex-presos políticos a la salida de prisión como ha sucedido en varios casos considerados mediáticos, asedio durante el arresto domiciliario (caso Osmán Morote y Margot Liendo), por asistir a manifestaciones o marchas como cualquier ciudadano, o   simplemente por ser excarcelados por causales políticas.
-          Encarcelamiento por opinar cuestionando el sistema capitalista como el caso del dirigente magisterial Condori.
-          Juicio y persecución a abogados de la defensa, caso de Alfredo Crespo contra quien montan campaña pretendiendo inhabilitarlo en el ejercicio de su profesión, al igual que han hecho con la ex-prisionera abogada Martha Huatay.

Pero todas estas medidas no son exclusivas del Perú, son parte de la actual política mundial del imperialismo. Prueba de ello, por ejemplo, es cómo en España persiguen y encarcelan por cuestionar al rey y la monarquía, o en Francia castigan a todo el que dé alojamiento a un inmigrante.

Es que junto a la llamada globalización económica y política, en medio de la reaccionarización de los Estados que promueven fascismo y dictaduras abiertas de la burguesía, se ha impuesto también un derecho penal del enemigo que, negando los derechos fundamentales del pueblo, persigue, encarcela, destierra y mata a quienes se oponen a la explotación y opresión capitalista.

¿Y cuál ha sido y es la respuesta de los pueblos? Luchar incesantemente en calles, plazas, reuniones, en defensa de sus derechos, conquistas, beneficios y libertades arrancados con sangre y vidas de obreros y trabajadores.

Quienes estamos por acabar con  el imperialismo y el capitalismo debemos unirnos en defensa de nuestros derechos. ¿Dónde están los presos políticos? En todas partes del mundo. ¿Dónde no hay persecución política? En todo lugar donde se combate la opresión la respuesta es la persecución. Por tanto tenemos una base mundial común para unirnos organizadamente en la lucha por la libertad de los presos políticos revolucionarios del mundo y contra la persecución política de los pueblos. La Coordinadora Internacional de Solidaridad y por la Libertad de los Presos Políticos del mundo es un paso en esta dirección. Esta es una importante tarea de todos los que luchamos contra el imperialismo, el revisionismo y la reacción mundial.



Enero 2019                                        Colectivo de Prisioneros Políticos Amanecer