Con ser tan cruel el feminicidio, no es el
problema principal en el Perú, como tampoco la inseguridad ciudadana, ni aún la
propia corrupción -claramente parte del sistema- y menos el “terrorismo”.
El
problema principal es la desocupación. Es el
desempleo alto disfrazado de subempleo, producto de la explotación capitalista.
Es la actual crisis económica y la falta
de planes de desarrollo para las mayorías en el país lo que genera las justas y
masivas protestas que sistemáticamente son imputadas de “ultra radicales”,
“infiltrados terroristas” y el “terruqueo”
con la finalidad de desacreditarlas y así justificar una persecución cada vez
más amplia. El fondo es mantener su orden explotador, de ahí la persecución
contra todo aquel que discrepe del pensamiento neoliberal.
Para eso levantan un inexistente
“terrorismo” y montan farsas de nuevos juicios contra los dirigentes del PCP. Esos
nuevos juicios son la instrumentalización política para la persecución, para su
“prevención” en función de defender y asegurar la mantención del sistema
capitalista explotador, que finalmente es el que genera el feminicidio, la
inseguridad y la corrupción. Quieren garantizar su sistema explotador encarcelando
a comunistas y revolucionarios, por eso esa política persecutoria y de
encarcelamiento la están extendiendo al pueblo.
¿Qué se ve? Criminalizan la revolución,
criminalizan la lucha popular y hoy hasta criminalizan las ideas, ese es el
proceso que han seguido, están haciendo un Estado policiaco en el Perú,
centrando en seguridad y ningún Estado policiaco ha podido desarrollar un
Estado.
Ante
esto qué debemos hacer?
¡DEFENDER LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA
QUE EL FUJIMORISMO EN EL CONGRESO QUIERE DESAPARECER!
¡RECHAZAR LA IMPOSICIÓN DE UNA DICTADURA
ABIERTA!
¡CONTRA LA PERSECUCIÓN POLÍTICA Y CONTRA LA
FARSA DE JUICIOS!
¡CONTRA LA CRIMINALIZACIÓN DE LA LUCHA
POPULAR!