EL ESTADO AMPLÍA LA PERSECUSIÓN POLÍTICA Y LA CRIMINALIZACIÓN DE LA LUCHA POPULAR II


Prosiguiendo infame campaña contra los comunistas marxistas-leninistas-maoístas, extendida a demócratas y a las justas luchas del pueblo, el Ejecutivo esta vez en colusión con el Congreso de turno pretende pasar nuevas leyes de persecución y represión.

Como un logro han difundido una violación flagrante a un derecho fundamental: el derecho de todo ciudadano a trabajar. A procurarse sus medios de subsistencia y al ejercicio de la profesión, oficio u ocupación que su ubicación en esta sociedad le haya permitido alcanzar.
Negar el derecho a trabajar en el sector público no es lo único, pues es de prever que con las medidas adicionales como publicar listas de condenados apuntan a que también el sector privado cierre sus puertas a esta considerable masa laboral, incurriendo así en otra violación a la Carta Constitucional, pues cumplida la pena la persona se rehabilita y debe borrarse todo antecedente: a eso se llama reincorporarse a la sociedad.

Con la excusa de un “terrorismo” que no existe hace un cuarto de siglo, se persigue una vez y otra y otra a quienes cumplida la sanción que la ley les impuso mediante el juzgamiento, condena y cárcel, debieran reincorporarse a la sociedad y si fuera su deseo participar como cualquier ciudadano en la vida política del país como es el caso de ex prisioneros participantes en el MOVADEF.
O en su defecto, contra quienes ya privados de la libertad cumplen cadena perpetua en condiciones infames,  se descargan ataques cual fueran tiempos de guerra y contra ellos llueva fuego de fusilería.
No se puede consentir. En ningún país que se precie de demócrata se pisotea con impunidad los principios que le dieron origen.

¿Qué es lo “nuevo”?
Ahora sale el  Presidente de la República presentando un “Proyecto de ley  que dota de eficacia y establece de mecanismos de celeridad para el procesamiento y juzgamiento de los delitos de Terrorismo”, “a fin de regular medidas de eficacia para una correcta persecución y oportuna sanción de  los delitos  de terrorismo. Como lo titulan los medios, una ley de “endurecimiento” en la represión al “terrorismo”, que en resumen significaría que:

§  A la ya existente prolongación de prisión preventiva de 36 meses para crimen organizado le aumentan 36 meses más por terrorismo
§  Vuelven a agravar más la ley antiterrorista modificando su Art. 13:
§  Disponen que los jueces ordenen detener en 24 horas a quienes el Ministerio Público denuncie;
§  Que la Instrucción se efectúe en 30 días naturales;
§  Retornan a la prohibición de que el firmante de los Atestados Policiales no sean testigos;
§  Que a los tres días de realizada la instrucción se formule la denuncia fiscal;
§  Que las Audiencias de juicio oral sean diarias, privadas y consecutivas;
§  Impedimento de la libertad si no se paga el total de la reparación civil;
§  Más, la retroactividad de todas estas normas a los procesos en curso, entre otras medidas.

Es decir, un retorno a los juicios sumarios, secretos y de excepción cual los tiempos de guerra que ya no existen hace 25 años.
Estas son pues más medidas persecutorias, represivas y de venganza. Tienen nombre propio, son para condenar a los acusados del llamado Caso Perseo; son para repetir la cadena perpetua a los dirigentes del PCP por mantenerse en sus convicciones ideológicas y políticas; para ponerles pena perpetua a los que debieron estar ya libres por cumplimiento de 25 años de condena. Y finalmente, para amedrentar a todos quienes luchan por sus derechos y que son imputados de apología, colaboración, financiamiento, autores mediatos, familiares o del “entorno” de un terrorismo que se fabrica, como lo hicieron con la lucha magisterial; cuando la realidad es que el único peligro inminente para la sociedad peruana actual es la destrucción total del estado de derecho y la imposición de una dictadura abierta, usando el fantasma del terrorismo para tapar la creciente explosividad popular que pretenden reprimir.