Con motivo de los 25 años de la captura del
Dr. Abimael Guzmán Reinoso, se ha vuelto a desatar en el Perú una sucia y vil campaña contra los comunistas
peruanos y su Jefatura el Presidente Gonzalo que rechazamos completamente,
saliendo en defensa de la revolución como se muestra en el presente texto y
video.
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO,
GRAN DIRIGENTE HISTÓRICO
MARXISTA-LENINISTA-MAOÍSTA!
Nuevamente
arrecia la campaña contra el Partido Comunista del Perú y su
Jefatura, el Presidente Gonzalo, a propósito de los 25 años de su captura.
Un 12
de setiembre el proletariado y pueblo peruanos sufrimos el más duro golpe, la
detención del jefe maoísta de la revolución peruana. Y si la gran burguesía,
los terratenientes, el imperialismo y sus lacayos festejaron la caída con
bombos y platillos, el proletariado y el pueblo en el país y el mundo, estremecidos
de dolor lloraron su caída, mas pasada
la conmoción secaron sus lágrimas, siguieron combatiendo defendiendo la vida
del Presidente Gonzalo y exigiendo su libertad.
Abimael
Guzmán Reinoso nació el 3 de diciembre de 1934 en Arequipa, como encontramos en
“Memorias desde Némesis” y forjó una vida acerada en la gran fragua de la lucha
de clases nacional e internacional. En las décadas del 60 y
70, defendiendo el marxismo-leninismo-maoísmo y el pensamiento de
Mariátegui del ataque del revisionismo, reconstituyó el Partido Comunista del
Perú, la vanguardia organizada del proletariado, transformándolo en
un Partido de nuevo tipo presto a cumplir su gran misión histórica: Conquistar el Poder para el proletariado y
el pueblo, construir el socialismo y marchar hacia la meta el comunismo
donde acabará para siempre la explotación del hombre por el hombre.
A
partir de 1980 dirigió la gran guerra popular del Perú que llegó a ser
reconocida como “antorcha de la revolución mundial”, forjó un Ejército
Guerrillero Popular compuesto por obreros, campesinos y masas populares de miles
de combatientes; creó un nuevo Poder con cientos de miles de masas
movilizadas revolucionariamente a través de las bases de apoyo y comités
populares a lo largo y ancho del país; guerra que llegó a su
punto más alto en 1992, cuando el equilibrio estratégico demandaba
salto en la lucha revolucionaria:
¡Construir la conquista del poder!
La otra
parte, la reacción peruana, desenvolvía una guerra contrarrevolucionaria
signada por una línea y política genocida al amparo del imperialismo yanqui,
que alistaba ya una intervención militar directa porque muchos decían que
Sendero podía tomar el poder; y mientras unos se iban del país con
sus millones y otros no querían invertir, el Estado intensificaba las matanzas,
las desapariciones de comunistas, revolucionarios y masas; hechos que no podrán borrar por mucho se esmeren
en ocultar y tergiversar. ¿Podrán ocultar que las Fuerzas Armadas son
responsables de la desaparición de 15 mil peruanos, a quienes torturaron
salvajemente hasta matarlos, asesinaron a mansalva o calcinaron en hornos
crematorios, y sepultaron clandestinamente en cuarteles militares y fosas
comunes? ¿Podrán borrar de la memoria del pueblo los bombardeos contra las
masas del oriente, convirtiendo el río Huallaga en la más grande fosa común del
país? ¿Hasta cuándo podrán negar que la DINCOTE fue un centro de torturas
salvajes, de violaciones en la que participaron incluso los hoy
condecorados "héroes de la democracia" del GEIN? ¿Cómo negar los
miles de asesinados en Soccos, Accomarca, Umaru, Bellavista, Cayara,
Huambo, Sacsamarca, El Frontón, Lurigancho, Callao, Canto Grande, La Cantuta,
Barrios Altos, el Santa, Huancayo, Huancavelica, Apurímac y a lo largo de todo
el país?; ¿cómo ocultar que las “fuerzas del orden” arrancaron orejas, narices,
senos; decapitaron y enviaron cabezas a sus oficiales; acuchillaron y despedazaron,
violaron niñas por toda una tropa hasta dejarlas morir desangradas; quemaron
vivos a campesinos pobres; asesinaron bebés “para que no sean revolucionarios
como sus padres”; aplicaron perversas torturas de ahogamientos, picana
eléctrica, colgamientos, violaciones con armas y tantas atrocidades contra los
detenidos? ¿Podrán desaparecer las más de dos mil fosas comunes por obra de las
Fuerzas Armadas? Esos horrores los vivimos aquí en el Perú los comunistas, revolucionarios,
y masas, el pueblo más pobre, producto de la sistemática política genocida
del Estado peruano dirigido por Belaúnde, García y Fujimori.
De eso
ya no quieren acordarse los reaccionarios, fabrican una historia falsa y
utilizando los medios a su servicio atizan odio y venganza contra quienes
estuvieron cerca de acabar con su opresión y explotación, sus millones, su
corruptela, su vida desenfrenada a costa de la miseria de las masas obreras y
campesinas, a costa de la sangre del pueblo trabajador.
El Presidente Gonzalo ha reconocido errores,
excesos y limitaciones en el proceso de la guerra popular y ha asumido la
responsabilidad política de los mismos. Es bueno recordar que su caída redondeó
el giro estratégico que ya se veía venir a resultas de un conjunto de problemas
de desarrollo que enfrentaban las fuerzas revolucionarias por lo que se entró a
un repliegue político y militar. Quienes quedaron libres no tenían condiciones
para dirigir la guerra hacia la conquista del poder. Esa situación llevó a que
el Partido Comunista del Perú, a iniciativa de su jefatura, asumiera terminar
la guerra iniciada en 1980, y desde 1993 emprendió una nueva etapa de lucha
política sin armas, en la que consecuentemente se mantiene hasta hoy
enarbolando abierta y públicamente su posición de lucha por una solución
política, amnistía general y reconciliación nacional, posición que concuerda
con los intereses del proletariado y pueblo peruanos.
El Presidente Gonzalo, recluso por 25 años en
ignominiosa prisión bajo un régimen de tortura,
con aislamiento absoluto en una pequeña celda de una Base Militar, con
una ilegal condena de cadena perpetua, enfrenta sistemáticas campañas
anticomunistas que se montan contra él sin conseguir jamás quebrantar su firmeza
en principios, su condición de ¡comunista hasta el fin!, ejemplo para los
comunistas y pueblos del mundo.
Como la
camarada Miriam dice en un poema:
Siento
tu
magnífica presencia
esclarecido
cual
dialéctica materia,
presta
a dar
el
salto genial cualitativo,
pues
ha sido
encomendado
a
continuar
el
desarrollo
hoy
día
perseguido.
Y
siento
tu
magnífica presencia
comunista,
cual
combate de titán
horadante,
optimista,
martillo
constructivo,
pues
ha sido
predestinado
a
edificar
aquel
nuevo mundo
prometido.
Ni
en la emoción
sentimiento
pasión o la razón
es
aquí
cuando
siento
en
tu magnífica presencia
algo
que es divino
y
te veo ¡ya!
presente,
real, definitivo.
En el
mundo hoy como ayer los comunistas reconocen la gran brega revolucionaria y
comunista del Presidente Gonzalo. Recordemos que ante su captura miles de masas
revolucionarias de Nepal se movilizaron exigiendo su libertad; representantes
de organizaciones revolucionarias conformaron el Comité Internacional
de Emergencia para Defender la Vida del Dr. Abimael Guzmán, comisión
que Fujimori se negó a recibir y fue expulsada del Perú; en México, Chile,
Colombia, Ecuador, Europa y tantas partes del mundo se multiplicaron movilizaciones,
pintas y propaganda en su defensa. Y a
lo largo de estos 25 años su luminoso ejemplo sigue aún vívido en el
proletariado y los pueblos del mundo. Los maoístas de México y Colombia
asumen su brega; en Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia demandan al
Estado peruano acabe con su aislamiento absoluto; los maoístas en España,
Italia, Francia, Alemania, Suecia, Filipinas, Kurdistán, Afganistán, India,
Nepal, Canadá y hasta en el propio Estados Unidos reconocen los aportes al
tesoro del marxismo hechos por el Presidente Gonzalo y piden su libertad.
Han pasado 25 años de la detención
y del término de la guerra pero el Estado peruano, ciego y sordo ante las reales
necesidades del país, se niega a tratar la Solución Política, Amnistía General
y Reconciliación Nacional y mantiene una política de odio y venganza eternos
como se prueba en las farsas de juicios actuales, la constante persecución a
los excarcelados o la infame pretensión de demoler los nichos de los
asesinados el año 1986 o como cuando calumnian de violentistas a 5 mil maestros
solo por firmar planillones de un movimiento político que busca legítimamente
su inscripción. Ya el Dr. Guzmán y los demás presos políticos han pagado
con creces su rebelión armada contra el orden de explotación imperante en
el Perú. Es hora de acabar con el aislamiento absoluto del Dr.
Guzmán y demás presos políticos del Penal Militar de la Base
Naval del Callao; es hora de concretar una amnistía general para civiles,
policías y militares.
Ante el
proletariado y los pueblos del mundo nos reafirmamos ser fieles seguidores,
hoy, mañana y siempre, del marxismo-leninismo-maoísmo, y del pensamiento gonzalo
en el Perú, en ¡Pelear por la humanidad! como nos enseña el doctor Guzmán,
Presidente Gonzalo.
A 25 AÑOS DE LA CAPTURA DEL DOCTOR ABIMAEL
GUZMÁN REINOSO
¡VIVA EL
PRESIDENTE GONZALO!