Un
hecho de evidente repercusión histórica se rememora hoy. Se cumplen 25 años
desde que los comunistas, proletarios y pueblo del Perú sufrieron la pérdida de
su dirección política proletaria, que con guerra popular mantenía en alto las
invictas banderas del marxismo-leninismo-maoísmo, postergando así de manera
indefinida la posibilidad de transformación revolucionaria de la sociedad
peruana.
La
captura del doctor Abimael Guzmán Reinoso, Presidente Gonzalo, ciertamente fue
un hecho de trascendencia estratégica porque él dirigió un movimiento social
revolucionario sin igual en tierras latinoamericanas, removió las bases mismas
del sistema de opresión y explotación de la época en el Perú, y así como
enraizó firmemente entre los más pobres de nuestro país, llegó a significar una
real amenaza al sistema; si no cómo se explica que hasta el imperialismo preponderante,
el norteamericano, haya considerado una intervención, con fuerzas propias o
utilizando las de países vecinos.
Por
25 años la gran burguesía, año tras año ha montado siniestras campañas de
ataque y desprestigio contra él. Ha inventado crímenes cada cual más
repugnantes -sacados posiblemente de su experiencia de guerra contrasubversiva-
para imputarle autoría. Sistemáticamente
lo atacan a mansalva sabiéndole en aislamiento e incomunicación absolutos
impedido de defenderse. Contra él quieren hacer válidas cualquier infamia, conculcando
todos sus derechos como prisionero político y
hasta abusando contra su condición actual de persona adulta mayor.
La
aplicación de la ideología del proletariado a las condiciones de la revolución
peruana es el pensamiento gonzalo. En los últimos tiempos los medios de
comunicación masivos al servicio de los que mandan en el país arremeten
desaforadamente contra el pensamiento gonzalo
tildándole con calificativos oprobiosos, pero jamás con fundamentos. Alertan y alarman sobre una supuesta
nocividad del marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo sin poder nunca
contraponerla con una ideología superior.
Se tiran de los cabellos al evidenciar que esta ideología sigue teniendo
vigencia y vigor, no se explican por qué tantos jóvenes la asumen. Y esto es así porque su carácter de clase
explotador les incapacita para comprender la ideología del proletariado, una
ideología todopoderosa porque es científica, verdadera y sirve a los intereses
de la clase y el pueblo, sirve a los desposeídos, esa abrumadora mayoría
incrementada por la nueva acumulación originaria producida en este Perú, hoy
evolucionado a capitalista dependiente del imperialismo, especialmente
norteamericano, con rezagos semifeudales.
Precisamente
por ser una ideología científica, de clase, es que su generador el Presidente
Gonzalo, así como ayer bregó por transformar la sociedad en beneficio del
pueblo por la vía de la lucha armada, desde el año 93, siempre sirviendo a los
intereses del proletariado y el pueblo, asume la lucha política sin
derramamiento de sangre y brega incansablemente por una Solución Política,
Amnistía General y Reconciliación Nacional.
Ni
el aislamiento más absoluto, ni la condena a perpetuidad, ni las más protervas
campañas montadas por la reacción contra su persona consiguen mellar sus
convicciones. El Presidente Gonzalo,
gran marxista-leninista-maoísta, con sus 82 años de edad y 25 años
prisionero producto de una guerra revolucionaria, es ejemplo inalterable de firmeza
en los principios, de ser ¡comunista hasta el fin!
Nada
celebra el pueblo el 12 de setiembre, celebran la reacción y los ganapanes a su
servicio, pseudo periodistas tergiversadores de la historia; celebran quienes
quieren mantener por siempre la opresión y explotación y a esa postura quieren
arrastrar a parte de las masas; más la propia realidad de la lucha de clases
ubica a los individuos y cada cual toma su emplazamiento.
Tras
25 años prisionero, nos reafirmamos que la libertad para el doctor Abimael
Guzmán es un derecho.
Setiembre
2017
Comité
Nacional de Presos Políticos y Prisioneros de Guerra