La muerte de tres
trabajadores en el incendio de la Galería Nicolini, ubicada en Las Malvinas, ha
puesto en evidencia, una vez más, las condiciones en que trabajan muchos en el
Perú.
Los tres muertos
son de aquellos trabajadores que laboran bajo llave, sin poder usar los
servicios higiénicos, en jornadas de doce horas y los siete días de la semana,
por un miserable salario de ¡¡¡veinte soles diarios!!! Ni hablar de seguro
social, de vacaciones, de estabilidad laboral… Es decir, trabajan sin ningún
derecho laboral, con salarios miserables, en jornadas mayores a las ocho horas
y sin las mínimas condiciones de trabajo. ¡¡¡Condiciones parecidas a las que trabajaban
los obreros en el siglo XVIII!!! En pleno siglo XXI, al amparo del
neoliberalismo impuesto por el imperialismo, se ha potenciado el afán de
enriquecimiento desmedido de la burguesía, bajo el amparo del Estado,
desconociendo derechos laborales arrancados con sangre en largas jornadas de
lucha.
Pese a ello, los
grandes burgueses siguen reclamando “mayor flexibilidad del mercado laboral”
con el cuento de la competitividad, porque, dicen, los derechos laborales
“generan sobrecostos” de producción. Es decir, demandan mayor desconocimiento
de los derechos de los obreros y trabajadores en función del incremento de la
plusvalía, para el mayor enriquecimiento de los capitalistas a costa del sudor
y sangre de los obreros y trabajadores. Dentro de lo mismo está la nueva ley
del régimen laboral juvenil que están
promoviendo y el mantenimiento del contrato administrativo de servicios, CAS.
Los pregonan y
promueven quienes hablan del “milagro económico peruano”, del “desarrollo del
Perú” en las dos últimas décadas “gracias” a la implantación del
neoliberalismo. Situación comprensible, ya que es la gran burguesía quien se ha
beneficiado y se beneficia del sistema capitalista impuesto en el Perú.
Un sistema que hunde en
la desnutrición a nuestra niñez y mantiene con anemia al 50% de los niños, que da
una pésima educación pública, que tiene los hospitales desabastecidos y sin la
cantidad necesaria de personal médico, que tiene en la desocupación y
subocupación a cerca del 50% de la población en edad de trabajar, que ha
incrementado las lacras sociales, etc., etc.
Estos hechos muestran
la cruel explotación que pesa sobre la inmensa mayoría de peruanos. Y nos
llaman a desarrollar la lucha contra el sistema capitalista y contra quienes lo
sostienen, así prepararse para las futuras jornadas por venir. Nos llaman a desarrollar
hoy la lucha por los derechos fundamentales; siendo parte fundamental de estos
la lucha por las tres banderas del proletariado: salario de acuerdo a la
canasta básica familiar, el respeto a la jornada de ocho horas y condiciones
adecuadas de trabajo.
¡Respeto
a los derechos laborales de los obreros y trabajadores!
¡Abajo
la explotación capitalista!