A propósito de “El dictador transparente”por Eduardo Gonzalez Viaña




Reciente artículo de Eduardo Gonzales Viaña, destacado columnista que escribe en Diario Uno.

Bien merece destacar su punto de vista de verdadero demócrata en el análisis de la realidad peruana.  Es ésta una cualidad que le permite pronunciarse sobre el estado de cosas y resumir acertadamente que vivimos una dictadura transparente que “No se ve porque no ha cerrado las instituciones democráticas otra vez, pero lo hará, y no reclama la presidencia porque tiene un Congreso monocorde y un presidente sumiso…”

Crítico de la ‘Ley mordaza’, como represalia a un sector de la prensa;  de la destrucción de la memoria; de la característica misógina de esta dictadura, etc. y del ascenso de una ofensiva fundamentalista -ojo a esto- cuya consecuencia es que no solo frena el desarrollo del Perú hacia una sociedad moderna sino que la retrotrae a los tiempos inquisitoriales.

Esta ofensiva la vemos actuante en la “Ley de muerte civil”  aquella que “echa de sus puestos a personas que ya penaron décadas de cárcel… Reducidos a la indigencia, se les impide ahora trabajar para sostener a sus familias”. Y como el autor señala, esta ley es un “engendro del Congreso”  … “por el solo hecho elemental de que no se puede legislar para el pasado…. No para quienes ya pagaron sus culpas, y de ninguna forma para descuartizarlos” como es el caso de la persecución política contra los comunistas y revolucionarios, como los nuevos juicios contra los dirigentes del PCP ya condenados, o con el impedimento a trabajar a los liberados tras cumplir en promedio un cuarto de siglo en prisión. A lo que habría que añadirse el desenterrar muertos para seguir castigándolos y buscar desaparecerlos otra vez.

Es bueno encontrar al pie de la verdad, personalidades que basan su prestigio en la decencia; no se puede convivir con una pérdida de libertades sin denunciarlas públicamente y la palabra escrita aún es un bastión. Por eso reproducimos textualmente esta conclusión:

“…hay que unirse para salvar la civilización.  RECUPERAR LA DEMOCRACIA es una tarea que no pertenece tan solo a la gente de izquierda. Corresponde a los liberales y a los conservadores, a los moderados y a los centristas, a los cristianos y a los agnósticos y a todos los que creen en la superioridad y la gloria de la raza humana”