La persecución
política del Estado peruano contra los marxista-leninista-maoístas, pensamiento
gonzalo prosigue desenfrenadamente. El ministro de del Interior llama
desvergonzadamente a detener a los del Movadef y a otros ya no por apología
sino por pertenencia a organización terrorista que implica penas mucho más
severas. La ministra de Justicia dice que dará todo el apoyo necesario para
demoler los nichos con los restos de los asesinados en 1986 en los penales
(protervo afán que no han podido cumplir hasta hoy por ser ilegal y
antihistórico). Inventando pruebas, falseando “testigos eficaces” (muchos de
ellos soplones a sueldo), montando farsas de juicio desatan la persecución
política sin importar para nada la necesidad de una reconciliación nacional
rumbo al Bicentenario de nuestra independencia.
Difaman a ex
prisioneros políticos y sus familiares acusándolos sin ninguna prueba de que
preparan el reinicio de la lucha armada cuando es bien sabido que el PCP
persiste en la lucha política sin armas desde 1993 (tal el caso de Víctor
Zavala, intelectual de 85 años enfermo de cáncer). Calumnian a los familiares de los presos
políticos imputando que en el mausoleo
estarían los restos de Augusta La torre, camarada Norah. El ministro del
interior, con descaro, dice que hacen seguimiento e interceptaciones a los ex
prisioneros políticos (lo cual es ilegal salvo que haya mandato de un juez). Han
aprobado su ley de apología, verdadera mordaza fascista contra el pueblo,
negando la libertad de opinión y de expresión (sin embargo, cuando piden la
libertad de Fujimori, sentenciado por delito de lesa humanidad, no dicen nada).
La
criminalización de las luchas populares sigue adelante, en especial en la gran
huelga de maestros que viene desenvolviéndose. El gobierno se niega a tratar
con algunos dirigentes elegidos legalmente y reconocidos por las propias
autoridades, tras que alguna vez firmaron por el Movadef. Esa es su democracia
burguesa, democracia para los que mandan y dictadura contra el pueblo. Con la
etiqueta de “terrorista” pretenden desprestigiar toda lucha popular como hacen
hoy con el magisterio peruano.
Frente a esto,
el pueblo debe persistir en la lucha por sus derechos democráticos, derecho a
la libertad de opinión, de expresión, de asociación, de reunión, de huelga, de
movilización. De la extrema derecha que manda en el Ejecutivo y en el
Legislativo, nada podemos esperar que favorezca al pueblo. Solo persistiendo en
la lucha bajo una correcta dirección, iremos preparándonos para futuras más
altas jornadas.
Agosto 2017