Solidaridad desde Suecia.

PRONUNCIAMIENTO


Expresamos nuestro rechazo a la inhumana y retrógrada posición que la facción más conservadora de la gran burguesía peruana ha venido difundiendo a través de algunos medios de comunicación llamando a criminalizar el pleno derecho de enterrar a sus muertos que tienen los familiares de los prisioneros que fueron bárbaramente asesinados hace 30 años en el Frontón, Lurigancho y el Callao. Esa misma posición la expresa el propio presidente actual de la república quien ha llegado a expresar que ”se saquen los cadáveres” y se ”demuela el mausoleo”… y esto lo dice cuando se autoproclama como gran demócrata y dice apoyar el acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno colombiano. 

En el Perú se vivió una guerra interna la cual concluyó hace 25 años. Como en todo conflicto armado hubo dos partes y en ambas partes hubo peruanos que lamentablemente cayeron, pero ningún gobierno ha cuestionado ni criminalizado el entierro ni el homenaje que recibieron los de una de las partes, ni menos persiguieron a sus familiares. Pero cuando se trata de la parte que apoyó el levantamiento popular de hace casi cuatro décadas la actitud que todos los regímenes sin excepción han venido practicando ha sido diametralmente opuesta. La matanza cometida en las tres prisiones ha quedado en completa impunidad, los cadáveres han sido secuestrados y ahora se desata una siniestra campaña que pretende violar el más elemental derecho que tiene el pueblo peruano de enterrar de acuerdo a sus usos y costumbres los restos de sus pocos hijos que han podido recuperar y se persigue y se pretende criminalizar a los familiares. 

La agresión contra el pueblo peruano parece nunca terminar. El ensañamiento contra los prisioneros políticos que soportan larguísimas e inhumanas condenas, varias de ellas de cadena perpetua se ha institucionalizado. Se abren nuevos juicios con cargos inventados para encerrar de por vida a los que habiendo cumplido sus condenas están en su justo derecho de salir en libertad. Se proscribe a los que ya están libres, prohibiéndoles trabajar en sus profesiones y participar en la vida política y se los somete a constante persecución. Y todo esto se da en momentos en que se reprime al pueblo peruano cuando persiste y avanza en su lucha contra la miseria, la desocupación, la recuperación de sus derechos laborales, por soberanía sobre los productos nacionales, democracia, desarrollo, amnistía, reconciliación nacional. 

¿Qué es lo que pretende la ultraderecha encaramada en la conducción del Estado? ¿Fomentar, bajo un falso manto de democracia, el odio y atacar y ensañarse con las masas y todos los que defienden los derechos del pueblo y luchan por paz, democracia y desarrollo? ¿instaurar en el Perú las nefastas, antihistóricas y fracasadas épocas del macartismo y de sus expresiones odriístas o de la llamada ”ley maldita” de Chile? ¿Es que son incapaces de comprender los cambios políticos que se están produciendo en el mundo, y más cercanamente en nuestros países vecinos, en particular en Colombia? 

El Perú tiene urgentes, muy urgentes problemas por resolver que no se debe permitir que continúen siendo socavados por los sectores más recalcitrantes de la ultraderecha. Desde aquí reiteramos nuestra solidario apoyo a AFADEVIG en su justa demanda a los poderes del Estado en el Perú por la entrega de los restos de 250 prisioneros políticos vilmente asesinados en el Frontón, Lurigancho y el Callao hace 30 años. Y con la misma decisión rechazamos la reaccionaria y provocadora actitud de la ultraderecha peruana de pretender estigmatizar y tildar de delito el derecho de dar humana sepultura a sus hijos y honrar su sagrada memoria.

Amigos y simpatizantes de AFADEVIG. 
Suecia, 23 de octubre de 2016.

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